domingo, 4 de mayo de 2014

EL SONIDO

El sonido nos rodea. Prácticamente no pasa ni un solo momento de nuestras vidas al que no estemos expuestos a un solo sonido.
Desde que inicia nuestro día, comienza con un sonido: la bendita alarma del despertador. Hemos logrado convertir éste terrible momento del día en algo más o menos aceptable al personalizar las alarmas (del clásico ring de los relojes de cuerda, hasta el típico, bip bip bip biiip de los relojes digitales) al colocarle una canción o melodía a nuestra elección, en nuestro teléfono inteligente.

Continúa nuestro día, y escuchamos una infinidad de sonidos: bocinas de automóviles, la música que lleva el transporte colectivo, las voces de nuestros compañeros de labores, el sonido de nuestros instrumentos de trabajo, en fin, todo es sonido a nuestro alrededor.

Regresamos a casa después de una larga jornada de trabajo y, justo cuando creemos que ya no habrá nada que escuchar, están las mascotas, la familia...

A la hora de dormir, sucede lo mismo: cuando nos disponemos a descansar y creemos que ya nos libramos de todos los sonidos del mundo, justo antes de quedarme dormido lo último que escucho es el sonido de mi propia respiración...